1- ¿Cómo puede definirse dentro de su trayectoria como artista? ¿Cómo percibe el arte en América latina y el Caribe?
Soy una mujer que busca entender el mundo a través de las historias que se cuentan, desde dónde se cuentan y quién las cuenta. Llevo 40 años de militancia artística. Soy una artista formada en las tablas y mi búsqueda permanente ha sido intentar explorar el sentido del ser y su universo interno, la relación del actor-creador dentro del contexto social que lo conforma. Las técnicas teatrales han sido el puente dinamizador de esta búsqueda, y los referentes que han guiado este camino son maestros que han llevado por delante un proceso de investigación y apropiación de métodos que han dado luz a muchas interrogantes, pero que en el proceso de aprendizaje arrojaron otras preguntas que intento descifrar desde el laboratorio-escenario. La línea de exploración que trabajo es desde el Teatro – Danza, en donde he encontrado una fuente inagotable de investigación a través del cuerpo y su vibración orgánica en escena.
El arte escénico en Latinoamérica y el Caribe es un gran referente de pasión y resistencia. Se han gestado importantes procesos de creación, métodos, teorías e innovación que marcaron el rumbo de un teatro con identidad, como: La creación Colectiva de la mano del Maestro Colombiano Enrique Buenaventura; festivales de alta factura con contenido estético, social y político como el Festival de Mujeres en Escena dirigido por Patricia Ariza, poeta, dramaturga, directora de Teatro, solo por poner apenas dos referentes de muchos… muchos más. El teatro Latinoamericano ha ido evolucionando y transformándose en función de los acontecimientos sociales que han marcado una mirada revolucionaria en cuanto a técnicas y fusiones de estilos y géneros, generando un movimiento a la vanguardia de múltiples posibilidades de enfrentar el hecho escénico. No puedo dejar de resaltar el papel fundamental de la mujer artista en este escenario evolutivo. Las nuevas dramaturgias y la dirección escénica, han sido un puntal importante de este hecho, la mirada femenina en la construcción de un nuevo discurso sobre el valor del teatro en nuestras sociedades, los puntos de partida de investigación para las historias que se cuentan en escena están cargadas de acciones y pensamientos reivindicativos de la presencia de la mujer, no solo en la escena artística, sino en la escena cotidiana de la vida.
2- ¿Qué le gustaría contarnos y compartir sobre sus orígenes, su presencia, su participación, su rol y por qué no su ausencia dentro de su carrera artística?
“Vengo de ríos y montañas, de brisa marina y aliento de mar… ya no tengo prisa. Cuando era pequeña me gustaba jugar con los barquitos de papel, los ponía uno detrás de otro, en el chorrito de agua que había quedado de la lluvia y les decía.... ¡¡¡Adiós!!!”
Texto de una de mis obras, escrita en el 2009 y estrenada en el 2010 "Cordeles del Tiempo."
Vengo de Guayaquil, una ciudad costera, de mucha bulla y algarabía, de vida nocturna y comida deliciosa, nutrida de mariscos, plátano y maní; puerto principal del Ecuador. Hija de Dolores y Hugo, Nieta de Dolores Victoria, Hermana de Elena, Loly, Hugo, Mónica y Lorena, Mamá de Juan Manuel y Manai, compañera de Juan Carlos, amiga de todos y cómplice de sueños y utopías de estudiantes y colegas, aprendiz permanente de la vida y de la muerte.
Descubrí el teatro por curiosidad. En 1982, apenas entradita a la universidad a estudiar sicología clínica, me encontré con un anuncio de inscripciones abiertas para el grupo de Teatro de la Universidad y entré a un mundo maravilloso donde el juego era la única premisa a explorar. Aunque suene muy cursi, fue amor a primera vista, me enamoré de ese espacio desconocido hasta entonces para mí, lleno de gente que reía, corría, se abrazaba y gritaba, en realidad no entendía nada, pero me dejé contagiar de esa locura maravillosa que es el Teatro. El camino no fue fácil, sin embargo, descubrí que puedo contar historias, construir universos efímeros que quedaban impregnados en mi piel y que resonaban en mi memoria. El teatro fue un despertar en mi vida y es un territorio de libertad que lo transito cada día.
Nota: Adjunto un pequeño ensayo escrito en el 2018 sobre mi proceso personal como actriz, donde puedes encontrar más material, si lo necesitas.
3- ¿Posee algún objeto, algo preciado presente en su vida que pueda simbolizar sus orígenes?
Mis botas
Siempre he tenido una imagen de mí misma como una mujer guerrera, lista y dispuesta a la batalla. Mis botas representan mis luchas y mis pies descalzos mi necedad y mi resistencia.
5- ¿Cómo se manifiestan los legados femeninos o genealogías femeninas/feministas en sus formas de expresión artística? ¿Qué papel tiene la mujer en su creación artística? ¿Cómo lo experimenta en su arte?
A partir de las historias que se deben contar, las más olvidadas, las prohibidas, las censuradas, las no contadas y las que se deben contar. Nos enseñan a cómo cumplir bien nuestro rol de mujer multifacética en la casa, pero nadie nos enseña a despertar de ese letargo heredado y domesticado en todos los tiempos. La memoria ha sido siempre un detonante importante en mi creación artística y en este territorio la mujer tiene un espacio muy significativo. No solo es la lucha por nuestros derechos, el reconocernos desde nuestros laberintos interiores marcados por la violencia, soledades, abandonos, roles impuestos, castigo y rechazo, indiferencia, burlas y menosprecios, son apenas la punta de la madeja que tenemos que seguir desenrollando para transformarnos y tejer una nueva historia y para eso tenemos que seguir despertando.
El azar que nos depara una idea, una imagen, una palabra, un sueño, se abriga en el rincón de un destino insospechado, misterioso.
Texto de mi diario de trabajo
Cada historia nace a partir de mis propias dudas y miedos, de preguntas sin respuestas, de mi propio universo femenino y de la memoria de mis ancestras. El escenario es mi laboratorio desde el cual voy escribiendo y reescribiendo mis historias. Del Texto a la escena y de la escena al Texto, es la premisa desde la cual voy acercándome lentamente al territorio de la dramaturgia, explorando, jugando.
El ejercicio de escribir en solitario, de saltar del papel a la escena o de la escena al papel, me da la posibilidad de crear esos mundos paralelos que están viviendo, al mismo tiempo, el personaje y la autora de ese personaje. Un impulso, una sensación, un recuerdo, un gesto cotidiano, un olor, una palabra que resuena en el interior, es pretexto suficiente para volver cada mañana a escribir y reescribir el texto. En este acercamiento nacieron obras como:
“Retrato abierto” (1998) monólogo que recorre los caminos más soterrados sobre la soledad de la mujer y la necesidad de encontrarse consigo misma. “Deshojando a Margarita” (2000) una experiencia de creación colectiva donde se aborda como eje temático la sexualidad femenina.
“Y no ha pasado es nada”, (2005) historias de la calle que se suscitan en la cotidianidad de una sociedad urbana, sumergidas en el silencio y la indiferencia humana, contadas por una Cachinera que se las roba en las madrugadas frías para pregonarlas al siguiente día. “Cordeles del Tiempo” (2010), un viaje, de ida y vuelta, por las distintas etapas de ser mujer y su reconstrucción a partir de sus muertes; Camila… el diario de una Utopía (2016), La semilla de esta historia partió de recuerdos, reflexiones sobre las causas humanas y sociales, escenas vividas entre el sueño y la realidad, pensar en este tiempo fue el detonante que me empujó a sentir al mundo en sus más profundas contradicciones.
¿Cada vez estamos más alejados de nosotros mismos, cada vez sentimos a la palabra Utopía, como algo que fue o que imaginamos, cada vez nos enfrentamos a más soledades, el mundo que vivimos no es el mundo que soñamos y tal vez nunca lo será, entonces me pregunto qué es lo que nos queda? ¿Qué restos quedan intactos dentro de nosotros? Pienso que, para saberlo, no es posible mirar hacia fuera, necesariamente la mirada va hacia dentro. Entonces… ¿Qué esperas?
Texto de una de mis obras, escrita en el 2016 y estrenada en el 2017 “Camila, el diario de una Utopía”
El Teatro ha sido un arma eficaz en la reconstrucción de la mirada sobre nuestra realidad social, pero también de nuestros universos interiores y es desde este territorio que he trabajado con Mujeres de distintos sectores, organizadas o no, pero con la inmensa necesidad de confrontar una realidad cargada de maltrato y violencia. El Teatro me ha dado las herramientas para poder, de alguna manera llevar de la mano este proceso de reconstrucción. Creando a partir de un proceso colectivo, sus propias dramaturgias como:
¨Cuéntame tu historia” y “La decisión de las mariposas” dos montajes realizados con mujeres de sectores populares, a partir de sus experiencias y testimonios sobre el maltrato y la violencia.
6- ¿Cuál es el vínculo de su obra con la herencia afro, americana y/o caribeña?
La memoria
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