2- ¿Qué le gustaría contarnos y compartir sobre sus orígenes, su presencia, su participación, su rol y por qué no su ausencia dentro de su carrera artística?
Mis orígenes en el teatro propiamente dicho están ligados al teatro universitario y al teatro de grupo, una vía de formación aún más importante que la académica durante mucho tiempo en Colombia. Cuando era adolescente conocí las obras de José Manuel Freidel, un dramaturgo y director de Medellín, controvertido, apasionado y comprometido hasta los huesos con la creación artística. Ese universo, el suyo, junto a muchas y muchos jóvenes de la Medellín de los años 80, fue mi origen. El teatro, los sueños revolucionarios, la sensualidad de la fiesta, las calles de la ciudad latinoamericana conforman ese origen.
Empecé como actriz del grupo que Freidel dirigía en la Universidad Nacional en Medellín y luego fui participando en breves ejercicios de escritura que él mismo estimulaba en algunos de sus colaboradores. Más tarde me fui a Nueva York, me atrajo la danza, aunque nunca fui bailarina, también el cine y las obras de límites borrosos entre un lenguaje y otro que se hacían allí. Conocí a Talía Falconi, quien ha sido desde hace casi 40 años una amiga y artista cómplice de muchas aventuras creativas en varios lugares del mundo. Ella y yo, junto a Francisco Denis, viajamos desde París, donde seguíamos formándonos, para crear Río Teatro Caribe, una compañía que tuvo su primer lugar de vida y de producción en Río Caribe, un pueblo pescador del golfo de Paria. Esos años fueron decisivos en mi trabajo como actriz, como dramaturga, escritora escénica y pedagoga. Cuando dejé Venezuela me dediqué a trabajar con artistas de muchos orígenes y no sólo teatristas. Diría que tanto mi vida, como mi trabajo han sido nómadas y diría también que mi otro grupo de amigas artistas con las que he trabajado durante décadas en Colombia: Adela Donadio, Brunilda Zapata y Rosario Jaramillo (ABRA Teatro) ha sido el hogar al que siempre regreso después de cada viaje, territorial o formal que he hecho.
3- ¿Posee algún objeto, algo preciado presente en su vida que pueda simbolizar sus orígenes?
Tengo una fotografía de mi madre en Las Sabanas de Sucre, en Colombia. Esa región, las historias de mi propia Madre, su talento como narradora de recuerdos y de mundos es una de las cosas más preciosas que tengo.
5- ¿Cómo se manifiestan los legados femeninos o genealogías femeninas/feministas en sus formas de expresión artística?
Ya hablé de mi Madre y sería una larga historia para contar; igual que la de mis abuelas y más atrás. Las mujeres, sus lugares, sus gritos y silencios, sus grandes resistencias, sus gestos sencillos, sus luchas políticas en América Latina son parte esencial de mis asuntos poéticos.
¿Qué papel tiene la mujer en su creación artística?
Un lugar central, que sin embargo está completamente entrelazado con el lugar de los hombres y del entorno, de lo no humano, que es para mí una fuente infinita de experiencia y de reflexiones.
¿Cómo lo experimenta en su arte?
Soy una mujer que escribe y crea y además me intereso en procesos de arte en contexto, algunos de ellos con comunidades de mujeres, aunque no siempre. En este momento por ejemplo asesoro algunos gestos performáticos de Las Madres de La Candelaria, un colectivo de mujeres en Medellín que se moviliza desde hace 23 años por los desaparecidos.
6- ¿Cuál es el vínculo de su obra con la herencia afro, americana y/o caribeña?
Mi madre nació en la costa y a través de ella las Sábanas y el Caribe colombiano son fundamentales para mí, eso que llamamos las raíces. Mi padre nació en las montañas de Antioquia, una cultura distinta. Esa tensión, fructífera y dolorosa al mismo tiempo, la he vivido en mí, en mi cuerpo y mis obras, con gran intensidad.
8- ¿Qué aportaciones puede hacer al “Matrimoine” afroamericano caribeño a través de la práctica de su arte?
Gestos, obras, memorias, apertura a la colaboración.
9- Existe discriminación en el arte que practica?
En el arte propiamente dicho no, pero en los circuitos artísticos que lo producen, comercializan o difunden, sí. El machismo que sigue presente en la cultura afecta por supuesto el trabajo artístico de las mujeres.
10- ¿Qué valores le parecen importantes para transmitir a través de su arte?
La libertad, la justicia, el cuidado afectuoso de la vida, el amor.
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