1.- ¿Cómo puede definirse dentro de su trayectoria como artista?
Inicialmente no me considero como una artista porque no alcanzaba a dimensionar lo que estaba haciendo al inicio. Siempre sentí una pasión grande por la cocina, trabajé en la cocina, leí mucho sobre cocina, pero no había realmente dimensionando el arte en la cocina. No había una representación visible sobre cocina en México y no había tanta comida afro, bueno quizá en otros estados donde la presencia afro esta más importante, pero aquí en la Ciudad de México, no tanto. No se hablaba de cocina negra en México, entonces yo hacia una cocina cajera que es una cocina negra, con mi comunidad africana porque si existe esta asociación en México, y yo desde niña estaba en eso. Poco a poco, con viajes por el Caribe, entre en contactos con cocineros diseños y empecé a darme cuenta de que había como un campo super grande del cual no se hablaba, del que no se practicaba y que valía la pena explorar y que apenas era explorado, y cuando regresé à CDMX decidí dedicarme en esto. Después viajé por Brasil, conocí mujereres que trabajaban en la cocina pero que también trabajaban en la Universidad. Cuando regresé otra vez aquí, me di cuenta de que realmente pues si la cocina también es cultura, es cultura viva y pues entonces también las personas que practican la cocina son artistas culinarios. En este momento me di cuenta de que la cocina es cultura y patrimonio cultural y las personas que practicar la cocina es un arte.
¿Cómo percibe el arte en América latina y el Caribe?
Creo que el arte es muy cambiante y así como algunas tecnologías crece de manera exponencial, creo que con el arte es lo mismo. Con la movilidad, la gente está viviendo y creando experiencias y esto hace que la manera de percibir el mundo es muy diversa en cada territorios. Los territorios y los festivos definen muchas cosas en la vida de las personas, por lo tanto, es muy amplio y variante y cambiante. Y para la cocina es lo mismo, es cambiante porque la parte gastronómica esta hartado a los festivos, pero también al clima, a los comercios, a los y territorios, y esto hace que muchas técnicas de cocina convencen y esto genera muchos tipos de platillos. Pero todo esto hace que sea un futuro un poco incierto.
2- Hoy en día, ¿qué visión tiene de sus identidades culturales plurales?
Soy una mujer indígena, soy mitad mixteca pero no lo hablo porque la lengua fue negada por un tema de colonización y para evitar problemas de discriminación. No vivo como la comunidad mixteca, no en la tierra, vivo en una ciudad super grande en la que vivir como mixteca es difícil de vivir y de festejar, porque además cuando me puedo presentar en algún espacio puedo hablar de esa parte mía, lo hago como sujeto, no siento este derecho de pertenencia. Entonces es complicado.
En cuanto a mi parte diola, también es complicado porque no he crecido en la tierra, no he hecho muchas cosas, no he trabajado la tierra, entonces está bien complejo. Aunque no estoy excluida de ese espacio, no estoy la bienvenida en este espacio.
Y para la otra parte que veo para mí, estar en México como una mujer mitad mexicana mitad senegalesa, que me veo como mitad mexicana mitad africana. Creo que esto es la parte en la que si yo puedo colaborar y en la que si me siento cómoda y siento que es aquí donde puedo colocar cosas para mi comunidad. Entonces es aquí donde me siento útil y sé que mi conocimiento que tengo heredado. Y para mi este conocimiento es importante porque el conocimiento que no se comparte se pierde. El olvido para mi deja un par de muerte en la comunidad.
3- ¿Qué le gustaría transmitir a las mujeres jóvenes en general?
Que son capaces, que son poderosas, que necesitan tiempo para transformase y que la paciencia será su mejor amiga. Que se prefieran y que hagan decisiones tratando de ser lo menos pasionales en cuanto a sus vidas afectuosas, que siempre se cuidan a ellas y que cuiden de su proyecto y de su futuro económico, que sepan administrarse para que tengan libertad económica. Con esa libertad económica tiene la posibilidad de planificar su vida y de tener una vejez digna y una buena muerte. Así pueden cuidarse y cuidar a las personas que aman.
4- ¿Qué aportaciones puede hacer al “Matrimoine” afro-americano caribeño a través de la práctica de su arte?
Las aportaciones serían muy grandes. Como mucho de este conocimiento no está escrito y no nos lo enseñan de manera formal, se va a perder. Los conocimientos de los abuelos podrían ser escritos. Al ser escrito podrían formar parte de la curricular de una carrera en la Universidad. Podrían generar dinero. Podrían hacerse libros. Podría haber una difusión en un medio de televisión. Esto representaría ganancias para cualquier mujer que quiera trabajar, pero necesitan tener estas recetas.
Podemos garantizar que esas comunidades continúan comiendo y sigan prefiriendo los alimentos de la comunidad antes de preferir alimentos que quizá no son ni buenos ni con interés para el desarrollo personal de las personas porque cada alimento alimenta a tu familia y a tu comunidad, son. Compromisos y son una responsabilidad. Si se pierde el conocimiento para alimentar un pueblo correctamente, existe la posibilidad que parezcan enfermedades también.
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